
La ACOMODACIÓN es el sistema que tienen nuestros ojos para poder ver nítido a cualquier distancia. Cuando miramos a más de 6 m, nuestro sistema está totalmente relajado y según nos vamos acercando a través de la incurvación del cristalino, nuestra lente interna, podemos ver claro también los objetos cercanos. Mientras más cerca esté un objeto, más “esfuerzo acomodativo” está haciendo nuestro sistema. Entonces, ¿QUÉ HA PASADO DURANTE EL CONFINAMIENTO CON NUESTRO SISTEMA ACOMODATIVO? Que en muchos casos se ha pasado la mayor parte del tiempo sin poder relajar la acomodación totalmente, por estar usando la visión casi todo el día a distancias menores de 6 m. Las consecuencias de esta situación, nada natural para nuestra visión, son problemas como: exceso acomodativo que mantenido en el tiempo puede generar un espasmo acomodativo, también llamado pseudomiopía, que genera visión borrosa en lejos y puede confundirse con una miopía leve. Este problema es más habitual en edad infantil y jóvenes. Además, podemos encontrarnos problemas de inflexibilidad acomodativa, en los que el sistema tiene problemas para pasar de ver claro en lejos a ver claro en cerca, y al revés. Por otro lado, en edades cercana a la presbicia se pueden acelerar los síntomas relacionados con esta, como es ver borroso en cerca. La solución para este tipo de problemas, excepto en caso de la presbicia, no es una gafa, si no volver a reestablecer el equilibrio del sistema acomodativo. Es importante realizar un examen optométrico completo de la visión después del confinamiento, especialmente en etapas de desarrollo visual. Y para hacer un buen diagnóstico de este sistema, es necesario hacer la evaluación sin cicloplejia, sin dilatar la pupila.